Dylan Thomas -Then was my neophyte- |
viernes, 11 de julio de 2003 |
Then was my neophyte Dylan Thomas (1914-1953)
Then was my neophyte, Child in white blood bent on its knees Under the bell of rocks, Ducked in the twelve, disciple seas The winder of the water-clocks Calls a green day and night. My sea hermaphrodite, Snail of man in His ship of fires That burn the bitten decks, Knew all His horrible desires The climber of the water sex Calls the green rock of light.
Who in these labyrinths, This tidethread and the lane of scales, Twine in a moon-blown shell, Escapes to the flat cities' sails Furled on the fishes' house and hell, Nor falls to His green myths? Stretch the salt photographs, The landscape grief, love in His oils Mirror from man to whale That the green child see like a grail Through veil and fin and fire and coil Time on the canvas paths.
He films my vanity. Shot in the wind, by tilted arcs, Over the water come Children from homes and children's parks Who speak on a finger and thumb, And the masked, headless boy. His reels and mystery The winder of the clockwise scene Wound like a ball of lakes Then threw on that tide-hoisted screen Love's image till my heartbone breaks By a dramatic sea.
Who kills my history? The year-hedged row is lame with flint, Blunt scythe and water blade. 'Who could snap off the shapeless print From your to-morrow-treading shade With oracle for eye?' Time kills me terribly. 'Time shall not murder you,' He said, 'Nor the green nought be hurt; Who could hack out your unsucked heart, O green and unborn and undead?' I saw time murder me.
Entonces mi neófito estaba
Entonces mi neófito estaba --niño de blanca sangre arrodillado bajo la campana de las rocas— sumergido en los doce mares apóstoles, el que devana los relojes de agua anuncia un día y una noche verde. Mi mar hermafrodita, el caracol del hombre en su nave de fuegos que incendia las cubiertas roídas sabía todos sus horribles deseos el trepador del sexo de agua anuncia la roca verde de la luz.
En estos laberintos hebras de la marea y calleja de escamas abrazados a una valva inflada por la luna ¿quién huye hacia las velas mustias de las ciudades plegadas en la casa y en el infierno de los peces y no sucumbe ante sus verdes mitos? Despliega las fotografías de sal, el paisaje del dolor, el amor en sus óleos espejos desde el hombre a la ballena para que el niño verde vea como un cáliz a través de la vela y la aleta, del fuego y el cordel al tiempo en su sendero de velámenes.
El filma mi vanidad. Arrojados al viento por los fuegos rodantes. sobre las aguas llegan desde sus casas y jardines de infantes niños que hablan con las manos, junto con el enmascarado muchacho sin cabeza. El que devana la escena que marcha con el tiempo ovilló su carrete y su misterio como una esfera hecha de lagos luego arrojó en la pantalla alzada de mareas la imagen del amor hasta que un mar dramático
rompió los huesos de mi corazón. ¿Quién asesina mi historia? El pedernal, la navaja del agua y la brusca guadaña han baldado la hilera de los años. ¿Quién, con proféticos ojos, podría arrancar esa huella sin forma de los pasos futuros de tu sombra? El tiempo me mata sin piedad. "El tiempo no te matará", dijo él, "ni el verde embrión habrá de ser herido"; "¿Quién podría arrancarte el corazón aún intacto a ti, oh inmaduro que nos has nacido y que no has muerto". Vi al tiempo asesinarme.
Versión de Elizabeth Azcona CranwellEtiquetas: Dylan Thomas |
posted by Torre @ 11:25 |
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