Dylan Thomas -Deaths and entrances- |
viernes, 11 de julio de 2003 |
Deaths and entrances Dylan Thomas (1914-1953)
On almost the incendiary eve Of several near deaths, When one at the great least of your best loved And always known must leave Lions and fires of his flying breath, Of your immortal friends Who'd raise the organs of the counted dust To shoot and sing your praise, One who called deepest down shall hold his peace That cannot sink or cease Endlessly to his wound In many married London's estranging grief.
On almost the incendiary eve When at your lips and keys, Locking, unlocking, the murdered strangers weave, One who is most unknown, Your polestar neighbour, sun of another street, Will dive up to his tears. He'll bathe his raining blood in the male sea Who strode for your own dead And wind his globe out of your water thread And load the throats of shells With every cry since light Flashed first across his thunderclapping eyes.
On almost the incendiary eve Of deaths and entrances, When near and strange wounde d on London's waves Have sought your single grave, One enemy, of many, who knows well Your heart is luminous In the watched dark, quivering through locks and caves, Will pull the thunderbolts To shut the sun, plunge, mount your darkened keys And sear just riders back, Until that one loved least Looms the last Samson of your zodiac.
Muertes y entradas
Casi sobre la víspera incendiaria de varias muertes próximas, cuando alguien ante los despojos de tu ser más amado y desde siempre conocido, tengan que abandonar los leones y fuegos de su aliento volátil, quién entre tus amigos inmortales elevaría los órganos del escrutado polvo para lanzar y cantar tu alabanza, el que más hondo la invocara poseerá su paz que no puede hundirse o acabar sin fin ante su herida en los muchos destructores pesares conyugales de Londres.
Casi sobre la víspera incendiaria cuando ante tus labios y tus llaves se abran se cierren, se entrelacen los extraños asesinados, alguien el más desconocido, tu vecino como estrella polar, sol de distinta calle, se ha de echar en sus lágrimas, ha de bañar su lluviosa sangre en el mar viril que por tu propio muerto se erizará y arrollará su globo fuera de tu hebra de agua y con todos los llantos llenará las gargantas de las valvas ya que la luz relampagueó primero en sus tonantes ojos.
Casi sobre la víspera incendiaria de muertes y de entradas, cuando cercano y extrañamente herido en las olas de Londres hayas buscado tu solitaria tumba, un enemigo entre muchos, que bien sabe cómo es tu corazón de luminoso en la tiniebla vigilada temblando entre cuevas, cadenas y cerrojos tirará de los rayos para cerrar el sol, se hundirá, trepará por tus llaves sombrías y agostará a los puntuales jinetes hasta que aquel despojo amado asome como el último Sansón de tu zodíaco.
Versión de Elizabeth Azcona Cranwell Etiquetas: Dylan Thomas |
posted by Torre @ 8:05 |
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