Carl Sandburg -Chicago- |
martes, 26 de agosto de 2003 |
Chicago Carl Sandburg (EEUU, 1878-1967)
Hog Butcher for the World, Tool Maker, Stacker of Wheat, Player with Railroads and the Nation’s Freight Handler; Stormy, husky, brawling, City of the Big Shoulders:
They tell me you are wicked and I believe them, for I have seen your painted women under the gas lamps luring the farm boys. And they tell me you are crooked and I answer: Yes, it is true I have seen the gunman kill and go free to kill again. And they tell me you are brutal and my reply is: On the faces of women and children I have seen the marks of wanton hunger. And having answered so I turn once more to those who sneer at this my city, and I give them back the sneer and say to them: Come and show me another city with lifted head singing so proud to be alive and coarse and strong and cunning. Flinging magnetic curses amid the toil of piling job on job, here is a tall bold slugger set vivid against the little soft cities; Fierce as a dog with tongue lapping for action, cunning as a savage pitted against the wilderness, Bareheaded, Shoveling, Wrecking, Planning, Building, breaking, rebuilding, Under the smoke, dust all over his mouth, laughing with white teeth, Under the terrible burden of destiny laughing as a young man laughs, Laughing even as an ignorant fighter laughs who has never lost a battle, Bragging and laughing that under his wrist is the pulse, and under his ribs the heart of the people, Laughing! Laughing the stormy, husky, brawling laughter of Youth, half-naked, sweating, proud to be Hog Butcher, Tool Maker, Slacker of Wheat, Player with Railroads and Freight Handler to the Nation.
Chicago
Carnicero para el mundo entero, fabricante de herramientas, almacenador de trigo, niño que juega con trenes, repartidor de mercancías por toda la nación; tormentosa, malencarada, bravucona, ciudad de espaldares capaces:
Me dicen que eres perversa y yo los creo, pues he visto a tus mujeres maquilladas bajo las farolas, las he visto engatusar a los muchachos. Y me dicen que eres pérfida y respondo: sí, es cierto, he visto al pistolero matar y salir libre para matar de nuevo. Y me dicen que eres brutal y mi respuesta es ésta: en las caras de mujeres y niños he visto las huellas del hambre atroz. Y luego de responder así vuelvo una vez más a quienes se mofan de ésta, mi ciudad, y les devuelvo la mofa y les digo entonces: venid y mostradme otra ciudad llena de habitantes con la cabeza bien alta, que canten con tanto orgullo por estar vivos, curtidos, por ser fuertes y astutos. Arrojando imantadas maldiciones en medio de la faena de los empleos que se amontonan uno a uno, he ahí un buen pegador alto y osado, recortado sobre las ciudades pequeñas y blandas; feroz como un perro cuya lengua se relame de cara a la acción, astuto cual salvaje arrinconado en zonas agrestes, inexploradas, sin cubrirse la cabeza, palada tras palada, destrozándolo todo, planeándolo, construyendo, rompiendo, reconstruyendo, bajo el humo, la polvareda en toda la boca, riéndose con sus blancos dientes, bajo la terrible carga de un destino que se ríe como sólo ríen los jóvenes, riéndose como un combatiente ignorante que jamás haya perdido una batalla, alardeando y riendo, seguro de que bajo su antebrazo late el pulso, y bajo sus costillas el corazón de las gentes, ¡riendo sin parar! Ríe con la risa tormentosa, malencarada, jactanciosa de la Juventud misma, semidesnudo, sudoroso, orgulloso de ser el carnicero, el fabricante de herramientas, el que almacena el trigo, juega con los trenes y reparte las mercancías por toda la nación.
Versión de Miguel Martínez-LageEtiquetas: Carl Sandburg |
posted by Torre @ 10:32 |
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