Dedication for a plot of ground William Carlos Williams (1883 - 1963)
This plot of ground facing the waters of this inlet is dedicated to the living presence of Emily Dickinson Wellcome who was born in England; married; lost her husband and with her five year old son sailed for New York in a two-master; was driven to the Azores; ran adrift on Fire Island shoal, met her second husband in a Brooklyn boarding house, went with him to Puerto Rico bore three more children, lost her second husband, lived hard for eight years in St. Thomas, Puerto Rico, San Domingo, followed the oldest son to New York, lost her daughter, lost her "baby," seized the two boys of the oldest son by the second marriage mothered them -- they being motherless -- fought for them against the other grandmother and the aunts, brought them here summer after summer, defended herself here against thieves, storms, sun, fire, against flies, against girls that came smelling about, against drought, against weeds, storm-tides, neighbors, weasels that stole her chickens, against the weakness of her own hands, against the growing strength of the boys, against wind, against the stones, against trespassers, against rents, against her own mind.
She grubbed this earth with her own hands, domineered over this grass plot, blackguarded her oldest son into buying it, lived here fifteen years, attained a final loneliness and –
If you can bring nothing to this place but your carcass, keep out.
Consagración de un pedazo de tierra
Este pedazo de tierra frente a las aguas de esta ensenada consagra la viviente presencia de Emily Dickinson Wellcome que nació en Inglaterra, se casó, perdió a su marido y con su hijo de cinco años se embarcó en un barco de dos mástiles, rumboa Nueva York, fue aventada hasta las Azores, encalló en los bancos de la Isla del Fuego, en una casa de huéspedes de Brooklin encontró a su segundo marido, se fue con él a Puerto Rico, parió otros tres hijos, perdió a su segundo marido, vivió trabajosamente ocho años en Santo Tomás y en Santo Domingo, siguió a su hijo mayor a Nueva York, perdió a su hija, a su "nene", recogió a los chicos del hijo mayor de su segundo matrimonio, los crió— quedaron huérfanos— peleó por ellos con la otra abuela y las tías, los trajo aquí verano tras verano y aquí se defendió contra pícaros, tormentas, sol, fuego, contra las moscas, contra las muchachas que venían a husmear, contra la sequía, la cizaña, las marejadas, los vecinos, las comadrejas ladronas de gallinas, contra la flaqueza de sus propias manos y la fuerza creciente de los muchachos, contra el viento, las piedras, los intrusos, las grietas, contra su propia alma.
Desenyerbó esta tierra con sus manos, tiranizó desde esta parcela, puso como trapo al hijo mayor hasta que no la compró, aquí vivió quince años, aquí alcanzó la soledad final y—
Si no puedes traer nada sino tu osamenta: quédate afuera.
Versión de Octavio PazEtiquetas: William Carlos Williams |