Derek Walcott -The bounty- |
sábado, 26 de abril de 2003 |
The bounty Derek Walcott ( Antillas, 1930- )
For Alix Walcott
I Between the vision of the Tourist Board and the true Paradise lies the desert where Isaiah’s elations force a rose from the sand. The thirty-third canto
cores the dawn clouds with concentric radiance, the breadfruit opens its palms in praise of the bounty, bois-pain, tree of bread, slave food, the bliss of John Clare,
torn, wandering Tom, stoat-strokcr in his county of reeds and stalk-crickets, fiddling the dark air, lacing his boots with vines, steering glazed beetles
with the tenderest prods, knight of the cockchafer, wrapped in the mists of shires, their snail-horned steeples palms opening to the cupped pool—but his soul safer than ours, though iron streams fetter his ankles.
Frost whitening his stubble, he stands in the ford of a brook like the Baptist lifting his branches to bless cathedrals and nails, the breaking of this new day, and the shadows of the beach road near which r mother lies, with the traffic of insects going to work anyway. (...)
La sobreabundancia
Para Alix Walcott
I El desierto donde las exaltaciones de Isaías hacen surgir una rosa de la arenayace entre la vista de la Oficina de Turismo y el verdadero paraíso. El canto treinta y trés
circunda las nubes del amanecer con un esplendor concéntrico, el fruto del árbol del pan abre sus palmas en elogio de la abundancia bois-pain, árbol de pan, alimento de esclavo, dicha de John Clare,
Tom vagabundo, roto, que acaricia el armiño en su provincia de juncos y grillos de caña, que juega con el aire húmedo, que se ata las botas con los tallos de las viñas, que inquieta a los glaseados escarabajoscon suaves empujones, caballero del abejorro envuelto en nieblas de campos cuyas palmeras como agujas de cuernos de caracol se abren a las charcas en forma de copa el alma de Tom, sin embargo, está más a salvo que la nuestra, aunque tiras de hierro encadenen sus tobillos.
De pie está Tom, con la escarcha blanqueándole la barba, en el vado de un arroyo, como el Bautista que levanta sus ramas para bendecir las catedrales y los caracoles, el nacimiento de este nuevo día, y las sombras de la carretera de la playa cerca de la cual yace mi madre acompañada por un tránsito de insectos que van a trabajar en cualquier caso. (...)Etiquetas: Derek Walcott |
posted by Torre @ 7:20 |
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